Lloré nada más nacer,
sin saber siquiera lo que estaba haciendo.
Lloré de rabia, de vergüenza,
muchas veces sin saber ni el por qué.
Lloré sin razones, buscando compasión.
Y muchas veces me aguanté.
Lágrimas en mi mejilla que terminaron en la mesa del escritorio.
Gotitas que cayeron en el suelo y allí se perdieron.
Lágrimas que mojaron la almohada tantas noches.
En el coche, en la calle, cuántas veces refrescaron mi cara.
Lágrimas que se anudaron en mi garganta luchando por salir
y yo no las dejé, me las tragué.
Lloré sola y rodeada de gente.
Lo hice a escondidas, avergonzándome de mi debilidad.
Lloré junto a amigos y compañeros.
De esa forma me desahogué tantas y tantas veces.
Lloré junto a mi perro
que parecía que lloraba conmigo.
Lágrimas de dolor, de pena,
decepción, amor, amistad, lealtad.
Lágrimas que me nublan la vista con solo una caricia,
que me inundan el corazón al verte.
Lágrimas de felicidad y lágrimas de tristeza.
Cuando soy feliz, lloro de felicidad.
Cuando ya no me queda nada, me queda el llanto.
¿Qué hago ahora, que ya no me quedan lágrimas?
CURSOS DE RELATOS
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*Me acuerdos de…*
Todas las personas tenemos en nuestra infancia recuerdos hermosos que nos
hicieron crecer, aquí os pongos los míos.
-Me acuerdo de los...
Hace 9 años
2 comentarios:
Es bonito :) Me suena ¿no?
Igual ya te lo enseñé, porque tiempo tiene xD
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